Entre cielo y mar

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miércoles, 6 de septiembre de 2017

GR92: 22º etapa: de Garraf a Vilanova i la Geltru

GR 92: Garraf- Can Lluçà-Campdasens-Ermita de la Trinitat-Mirador Llevantina-Sitges-Vilanova i la Geltrú. 
(5 de Octubre de 2014)

Datos técnicos: 23,2 km, 740 m de desnivel positivo y 7 h de marcha con paradas.  Agua y comida a partir de Sitges. 

Etapa que se adentra en el PN del Garraf, aunque en realidad sólo recorrimos la parte mas occidental. Se trata de un Parque Natural, en un entorno agreste, seco, de roca caliza, pero con interesante flora y fauna. A destacar las parejas de aguila perdicera o águila cuabarrada en catalán (Hieraaetus fasciatus) que nidifican, ya que es una rapaz escasa y amenazada. También es importante por ser el límite al norte de distribución del palmito o margalló (Chamaerops humilis), palmera autóctona del mediterráneo. Desgraciadamente las cementeras (ASLAND) han destrozado el paisaje con al menos 6 canteras. Desde el aire (Google Earth) el pisaje es desolador y parece más el Líbano que un parque natural.

Tomamos el tren en Parets del Vallès bajo una lluvia torrencial, que sabíamos que iba a escampar en breve. En Sants estación tomamos el tren hasta Garraf. Tras dejar la estación se toma un camino que asciende hacia el Castellet de Garraf, en la única franja de vegetación entre dos canteras, aunque la de la izquierda apenas la llegamos a ver. Pasadas las ruinas de esta pequeña fortificación seguimos subiendo por un camino con muretes de rocas hacia el Coll de Can LLuçà. 



Las hay con ganas de caminar...


Castellet de Garraf.


Entre dos canteras subimos hacia Can Lluçà.


En primer término un palmito o margalló (Chamaerops humilis).

Ya vemos Can LLuçà en lo alto. 

Romero o romaní (Rosmarinus officinalis), aromática que 
florece en invierno y con grandes propiedades de todo tipo. 

Superada la cantera, contemplamos el paisaje característico del Garraf.


Font del Clot.

Llentiscle o lentisco (Pistacea lentiscus), arbusto
característico del bosque mediterráneo. 

Can LLuçà.


Alcanzado el collado y la masía de Can Lluçà, el camino gira hacia la izquierda por una pista en ligero descenso para pasar por una meseta con abundantes vides y diversos masos y masias. Vemos perfectamente nuestro siguiente objetivo, la ermita de la Trinitat, para lo que deberemos bajar al valle que lleva hasta Vallcarca, de nuevo entre cementeras. 



Campdasens y al fondo ermita de la Trinitat, nuestro siguiente objetivo. 


En agradable conversación...


Casi siempre hay alguna imagen diferente.


Vides a contraluz en Campasens.

Si , si, disimulad que ya os habeís comido los higos...


Ermita de Campdasens.


Masía de Campdasens.

Texturas en las viejas construcciones. 

Hace pinta de ser una sabina negra (Juniperus phoenicea). 


Un vergel en medio del roquedo calizo.


Pasado Campdasens aparece Can Granada, con una curiosa torre de defensa

Parese que se m'ha doblao la pata....


Por el camino de Campdasens hacia Vallcarca.


Avispero en una hoja de palmito.


Por el agradable camino de Campdasens.

El camino baja de golpe, ya encementado (faltaría más, con tanta cementera...), hasta cruzar la autopista por debajo y la carretera que va a otra cantera. Se toma luego un sendero muy bien trazado por el bosque, junto a unas viviendas de la cementera abandonadas, y que asciende hasta la ermita de la Trinitat, donde aprovechamos para desayunar, aunque el sector femenino fue literalmente masacrado por los mosquitos. 


Cinta de transporte de la roca caliza.


Curiosa balsa con residuos...habían bolitas que parecían de kryptonita.

En este punto se deja la carretera y se toma un 
sendero hacia la ermita de la Trinitat.


Subiendo a la ermita de la Trinitat.


Garraf, de donde venimos, y al fondo Castelldefels.


Masacre mosquitera, incluso a través del pantalón. 
Preludio del festival de cine de Terror de Sitges.


No es Nikonos, es el Garraf.


Puagra de nombre indeterminado (Russula spp.).

Desde la ermita la pista asciende suavemente hasta tomar la carena que nos llevará hasta St Isidre, aunque poco antes nos desviamos por un sendero que nos llevará hasta el mirador de la Llevantina, desde donde se divisa una buena vista de Sitges. Bajamos hasta el Hotel donde se celebra el Festival de Cine Fantástico y de Terror, para luego ganar el paseo marítimo pasando por el bonito centro histórico. 

Camino de La Trinitat a Sant Isidre.


Como os gusta salir en las fotos...


Sitges a nuestros pies. 


Desde el mirador de la Llevantina con amor.


Bajada por la urbanización hasta el Paseo de Sitjes.

Festival de Cine Fantástico y de Terror


Y aquí las verdaderas estrellas de la pasarela...
Tras superar el horripilante ataque de los mosquitos mutantes...

Atravesamos entre turistas en centro de Sitges y paramos en el paseo para hidratarnos convenientemente. El camino sigue por el paseo hasta alcanzar la riera de Ribes, desde donde un camino paralelo a la vía férrea nos llevara a Vilanova i la Geltrú.


Centro de Sitges.


Los baluartes eran las entradas a las localidades. Éste lleva el nombre 
de una adinerada família originaria de Sitges, que al parecer entre
sus negocios en Venezuela y Cuba incluía el tráfico de esclavos.
Entre sus descendientes está un conocido político del PP, ahora
en el ultraderechista partido denominado VOX. 


Imagen típica de Sitges.


Por el paseo marítimo.

Os dejo ahora una selección de los retratos  que hice, algunos a hurtadillas, mientras que nos tomábamos unas cuantas cervezas, que, dicho sea de paso, nos sentaron de maravilla. 
























Tras el reparador refrigerio continuamos el camino paralelos a la costa hasta cruzar la Riera de de Ribes, con una pequeña zona encharcada donde vimos algunas aves acuáticas. 

A la derecha de las antenas está la ermita de la Trinitat. 
A la izquierda se ve el mirador de la LLevantina


Antes de llegar a la riera de Ribes


Gola de la Riera de Ribes.


Ánade común (Anas platyrhynchos), seguido de un ejemplar domesticado.

El camino discurre entre la vía férrea y diversas calas, bastante bonitas por cierto. Llegamos para comer en Vilanova i la Geltrú y tomar el tren de vuelta, aunque algunos aprovechamos para un chapuzón en la playa, en mi caso el primero y posiblemente único del año. 


L'Atlàntida. 


Las fotogénicas hojas del Aloe vera

El camino transcurre un rato al lado de las vías del tren. 

Permitiendo ver curiosas imágenes, llenas de texturas, por supuesto. 


Platja de l'Home Mort.


Cala Xica.


Punta de l'Ombra.


¡Qué bonito sería si fueran columnas griegas o romanas!


Suillus spp.

Entrando a Vilanova i la Geltrú.


Iglesia de Sant Cristòfol.

Los atractivos troncos de los eucaliptos (Eucalyptus spp.).


Que castos...


Todos con las toallas del Decathlon.



Enlace 23º Etapa: de Vilanova i la Geltrú a l'Arbòç. Pinchar aquí. 


Enlace 20º-21º Etapas: de Sant Vicenç del Horts a Bruguers i de Bruguers a Garraf. Pinchar aquí. 










2 comentarios:

  1. Estupendo y divertido reportaje!
    Vale la pena recordar esos momentos!

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    1. Fue una etapa muy chula e intensa, desde el chaparron de la mañana al ataque de los mosquitos mutantes...

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